3 diciembre, 2024
Unión Ríos Guachicono y San Jorge

Los pueblos caucanos que tienen sed

Por: Edinson Arley Bolaños. El Nuevo Liberal. ebolanos@elnuevoliberal.com

A pesar de que los cuatro principales ríos de Colombia nacen en el Cauca, varios municipios en temporada de verano sufren por agua, y paradójicamente, los que la tienen, contaminan con aguas residuales las fuentes hídricas que surten a otros.

A pesar de estar en el corazón del Macizo Colombiano, en el Cauca aún se pueden contar historias de municipios como Bolívar, donde el agua potable llega a las casas de sus pobladores cada dos o tres días. Es el caso de este pueblo del sur del departamento, que rodeado de ríos que bajan desde la corona del Nudo de Almaguer, mira cómo pasan sus aguas hacia el Valle del Patía, escuchando siempre el viejo argumento de que traer el líquido desde uno de esos afluentes caudalosos es más costoso que perforar pozos subterráneos.

De todas maneras, cada que la temporada de sequía o el fenómeno del Niño se acerca, Bolívar, al igual que Mercaderes, Patía, La Sierra, Caloto y Miranda, vuelven a recordar que viven en el macizo Colombiano, pero que tendrán que padecer una vez más, la sed que cuenta el reloj.

El país ya está alarmado con lo que sucede en la región Caribe, donde ni siquiera la capital de Magdalena, Santa Marta, hoy tiene agua superficial para dar de beber a sus pobladores. De hecho, el presidente Juan Manuel Santos, en una visita a esa zona dijo que “lo que hemos visto en sequía es apenas el preámbulo”, a lo que será el verdadero fenómeno del Niño que empezaría a mediados de octubre y se extendería hasta marzo del próximo año.

Las cuentas en el Cauca parecen estar claras, pues de extenderse el fenómeno de sequía, según el Estudio Nacional del Agua, que tiene la Corporación Ambiental del Cauca CRC, los municipios antes mencionados serían los más afectados por el desabastecimiento de agua, todo porque sus acueductos municipales toman el líquido, no de importantes cuencas que bañan al departamento, sino de pequeñas microcuencas o quebradas, que en temporadas como esta, muestran su peor mueca: la sed.

Y eso, sin contar con las estadísticas de cobertura de acueductos y alcantarillados que tiene el departamento. Según datos del censo 2005, solamente Popayán, Puerto Tejada, Padilla, Villa Rica, Piendamó, Timbío y Patía, cuentan con una cobertura en el servicio de acueducto superior al 80%, a diferencia de los municipios ubicados en el Pacífico y la Bota Caucana, los cuales registran coberturas por debajo del 50%, situación directamente proporcional a la alta presencia de comunidades rurales que se abastecen de los servicios de acueducto y alcantarillado con métodos diferentes a los utilizados en los cascos urbanos. En total, la cobertura del servicio de acueducto en las cabeceras municipales en el departamento solo llega al 66%, frente al promedio nacional de 83.4%.

En cuanto al servicio de alcantarillado, solamente Popayán y Puerto Tejada presentan coberturas superiores al 80%, seguido de Patía, Padilla y Villa Rica, con coberturas superiores al 60%. El resto de municipios presentan coberturas inferiores al 60%, resaltando la situación de la subregión del Pacífico y de la Bota Caucana, con coberturas inferiores al 20% del servicio de alcantarillado.

Con este panorama, la situación que podrían vivir las comunidades apartadas de cabeceras municipales tampoco sería nada fácil. A pesar de que pueden estar cerca a importantes afluentes de agua, el otro pero es la contaminación que generan al no contar con los sistemas de alcantarillado adecuados para no contaminar las aguas de los ríos que a su vez, en pocos casos, surten a otros municipios.

En ese sentido, es válido preguntarse, ¿cuál es el recurso hídrico con el que cuenta el Cauca y cuál es su estado? La respuesta de fondo es que no es solo el Macizo Colombiano. Según la corporación ambiental, desde el punto de vista geofluvial, se pueden distinguir dos Macizos, el Macizo Colombiano y el Macizo del Micay.

El primero de ellos, el más relevante y conocido por su importancia nacional al ser el núcleo de las zonas hidrográficas altas de Cauca, Patía, Magdalena y Caquetá, y el segundo, corresponde a una estrella fluvial de considerable importancia a nivel regional, en especial para la zona hidrográfica del Pacífico, por cuanto ahí se originan los Ríos López de Micay, Guapi, Napi y Timbiquí, que hacen parte del Chocó biogeográfico, que le entrega sus aguas al océano Pacífico.

Situación ambiental zona hidrográfica del Alto Magdalena

Infografía

Se encuentra localizada entre la margen oriental de la Cordillera Central y la margen izquierda del valle geográfico del Río Magdalena, limitando jurisdiccionalmente con el Departamento del Huila. En el departamento del Cauca, comprende totalmente el área de los municipios de Inzá y Páez y parcialmente las áreas de los municipios de Puracé, Silvia y Totoró.

Al revisar la contaminación por aguas residuales domésticas, puede concluirse, que la carga es baja, sin embargo, según la CRC, esta zona presenta serios limitantes en aspectos sanitarios, dadas las deficientes condiciones para la disposición final de los desechos líquidos, tanto en las cabeceras municipales como en el sector rural, siendo el municipio de Inzá, el que presenta mayores dificultades.

Mientras que en lo relacionado con la problemática de disposición inadecuada de residuos sólidos, la zona hidrográfica Alto Magdalena genera aproximadamente 2.6 toneladas por día de residuos que corresponde al 0.75% del total del departamento, los municipios que la integran disponen más del 90% de sus residuos a cielo abierto, ocasionando impactos ambientales en su área de influencia.

Detalles de los recientes estudios de la autoridad ambiental, exponen que debido a la intensa colonización de áreas naturales, se evidencia una fragmentación y reducción de los bosques andinos y páramos, provocando degradación por deforestación con la consecuente pérdida de suelo por erosión que posteriormente termina en los lechos de los ríos, contribuyendo al aumento de turbidez por el transporte de sedimentos
Situación ambiental zona Hidrográfica Cauca

Esta zona que tiene como eje central al río Cauca, representa el 23.67% del territorio y se encuentra localizada entre la margen occidental de la cordillera central y la margen oriental de la cordillera occidental. La conforman los municipios de Sotará, Timbío, Puracé, Totoró, Popayán, El Tambo, Cajibío, Piendamó, Morales, Silvia, Caldono, Guachené, Suaréz, Jambaló, Buenos Aires, Santander de Quilichao, Caloto, Toribío, Villa Rica, Puerto Tejada, Padilla, Corinto y Miranda.

Gráficamente es la zona hidrográfica más grande, pues cubre parte del centro y norte del departamento, lo que la ha convertido a lo largo de los años en una de las más importantes y prioritarias para la corporación ambiental. Y existe una razón elemental: la contaminación de origen doméstico corresponde al 60.1% del total del departamento. Es decir, que la mayoría de las subcuencas del río Cauca: Alto Río Cauca, Ríos Puracé, Salado, Palo, Timba, Ovejas, Desbaratado, Piendamó, Quinamayó, entre otros, tienen tramos considerables de contaminación en sus aguas que van a parar al afluente principal.

Parte de esta situación se explica, según estudios recientes de la CRC, porque la zona hidrográfica recibe importantes descargas de contaminación de origen industrial, principalmente del sector papelero y azucarero, los cuales se estima, descargan 5.687 Kg/día de contaminantes hídricos orgánicos (DBO). “A nivel agroindustrial, es necesario resaltar los efectos nocivos relacionados con el beneficio de fique, café y extracción de almidón de yuca”, dice el documento diagnóstico elaborado por la CRC en 2012.

En lo referente a disponibilidad del recurso hídrico en la zona hidrográfica, un análisis tendencial demuestra que la situación se torna crítica al realizar una proyección del crecimiento poblacional con su respectiva demanda de agua al 2.020; pues esta arroja que seis subcuencas pueden presentar serias limitaciones para su desarrollo económico, con el agravante que la proyección se ha realizado considerando el ideal de potencial hídrico posible.

Adicional al fenómeno de desaparición de las coberturas vegetales reguladoras de caudales hídricos, se observa una fuerte demanda sobre el recurso, por implementación de obras de captación inadecuadas, la subvaloración en el uso del recurso, la ausencia de mecanismos de regulación y control en el consumo de agua. De igual manera, otra situación que agrava el deterioro de la zona hidrográfica, es la expansión de la frontera agropecuaria, los cultivos de uso ilícito, la tala de bosques para utilización de madera como combustible o material de construcción. Según estadísticas de la CRC, la Región Pacífica Colombiana, se ha constituido como la abastecedora principal de madera aserrada del país (58%).

En cuanto al manejo inadecuado de residuos sólidos se estableció que de los 21 municipios, cuyas cabeceras hacen parte de esta zona hidrográfica, 10 están disponiendo sus residuos en rellenos sanitarios licenciados con manejo técnico (Relleno sanitario el Ojito de la Ciudad de Popayán y Relleno sanitario el Guayabal del municipio de Yotoco – Valle), evitando que los residuos generados en estas cabeceras no causen impactos ambientales ya que los sistemas cuentan con impermeabilización de celdas, tratamiento de lixiviados, manejo de gases, etc; estos diez (10) municipios generan 215,96 Ton/día de residuos que corresponde al 68.70% del total generados en la zona hidrográfica; cinco (5) municipios están disponiendo en celdas transitorias (contingencia) en condiciones regulares en proceso de optimización a relleno sanitario, estos municipios generan 43.3 Ton/día de residuos que corresponde al 13.70% del total generados, los otros seis (6) municipios disponen a cielo abierto, generando impactos ambientales negativos en las áreas de influencia, estos municipios generan 55.11 Ton/día de residuos equivalentes al 17.6% del total de la zona.

Situación ambiental de la zona hidrográfica del Río Patía

La zona hidrográfica del Río Patía representa el 17.1% del departamento, su principal corriente hídrica, el Río Patía nace en las faldas del volcán Sotará y se extiende hasta el límite con el Departamento de Nariño; la zona está conformada por las subzonas Río Patía Alto; Río Guachicono; Río Mayo, y 16 subcuencas entre las que se encuentran los Ríos Quilcacé, Timbío, Sajandí, Capitanes, Turbio, además de algunas quebradas.

Al revisar la contaminación por aguas residuales domésticas generadas por la población asentada en los municipios con drenajes total o parcialmente sobre el Río Patía, se encuentra que esta zona hidrográfica aporta el 21.6% del total de vertimientos domésticos del departamento, presentándose deficiencias en estructuras de saneamiento básico en el sector rural.

En cuanto a los residuos sólidos se estableció que de los 13 municipios que hacen parte de la zona hidrográfica Patía, tres están disponiendo en el relleno sanitario licenciado El Ojito de Popayán y el relleno sanitario de la Unión Nariño. Estos tres municipios generan 2.03 Ton/día de residuos que equivalen al 8.27% del total generado en la zona; cuatro municipios están disponiendo en celdas transitorias (contingencia) en condiciones regulares en proceso de optimización a relleno sanitario, estos municipios generan 6.77 Ton/día equivalentes a 27.58% del total de los residuos generados en la zona; finalmente los otros seis municipios están disponiendo sus residuos a cielo abierto generando impactos ambientales negativos en las áreas de influencia, estos municipios generan 15.74 Ton/día correspondiendo al 64.15% del total.

Situación ambiental zonas hidrográficas: Patía (Costa Pacífica) y Amárales – Dagua

Se encuentra delimitada por la divisoria de aguas de la Cordillera Occidental y comprende en su totalidad los municipios de Guapí, Timbiquí, López de Micay y Argelia, y el 60% del municipio de El Tambo. El área correspondiente a la Región Pacífica en el departamento es de 1.027.195 hectáreas, equivalentes al 34% del área total del departamento.

Esta área es de trascendental importancia porque comprende la zona de drenaje al mar, es decir todas las corrientes que se originan entre la divisoria de aguas de la Cordillera Occidental y los departamentos de Valle del Cauca y Nariño. Las principales fuentes hídricas son Micay, Guapi, Timbiquí y Naya, de los cuales el Río Guapi colecta las aguas de los ríos Pilpé, Llantén, Anapuncho, San Francisco, Napi y Canapis. A su vez, la zona se encuentra conformada por seis subzonas hidrográficas y en ella, los ríos y el océano se constituyen en los ejes articuladores de transporte de carga y pasajeros.

Uno de los problemas dentro del área hidrográfica en mención, está referido a la deficiencia de saneamiento básico urbano y rural; sin embargo, existen dos consideraciones a tener en cuenta: primero, que los asentamientos poblados, a excepción de la cabecera de Guapi son pequeños; y segundo, que las corrientes superficiales que reciben estas descargas poseen un gran caudal, lo cual permite la asimilación rápida de éstas.

Según la CRC, otro factor importante a tener en cuenta son los residuos sólidos, con cuatro cabeceras municipales ubicadas dentro de la zona hidrográfica que generan 13.29 Ton/día de residuos equivalentes al 3.7% del total del departamento y que disponen de sus residuos en botaderos a cielo abierto, ocasionando impactos ambientales y sanitarios en sus áreas de influencia.

Por otro lado la ganadería extensiva se encuentra en la parte alta de la zona hidrográfica del río Micay en suelos de fuertes pendientes y baja fertilidad; en las partes media y baja, en general, aún se observa vegetación boscosa y es cada vez más notorio el incremento en área, de cultivos de amapola y coca.

Finalmente, según lo señala el diagnóstico de la CRC, en la zona también se evidencia a explotación de carbón, arcilla, hierro, oro aluvial y de filón, en condiciones de alto impacto ambiental, asociado a la pérdida y alteración del recurso suelo a través de procesos erosivos, inducción de procesos geológicos como erosión, hundimiento y problemas de inestabilidad, impacto geomorfológico y paisajístico, contaminación física y química de fuentes hídricas, riesgos a la salud humana y afectación del entorno social y cultural.

Situación ambiental de la zona Alta del Río Caquetá

La zona está conformada por dos subzonas, que constituyen el área de drenaje, demarcada por el nacimiento del Río Caquetá en el municipio de San Sebastián, hasta límites con Caquetá y Putumayo. Presenta problemas referidos a la gran deficiencia de saneamiento básico urbano y rural, igualmente aportes de contaminantes provenientes de la descarga directa de aguas residuales domiciliarias, fumigaciones aéreas y uso de herbicidas en cultivos de uso ilícito, arrastre de sedimentación por perdida de cobertura vegetal y la explotación forestal.

La disposición de residuos sólidos de las cabeceras municipales aun es inadecuada; de los dos municipios existentes en la zona (Santa Rosa y Piamonte), uno dispone sus residuos en celda transitoria (enterramiento), minimizando de esta forma los impactos ambientales. Este municipio genera 0.22 Ton/día de residuos correspondientes al 25.28% del total de la zona, mientras que el otro municipio dispone los residuos en un botadero a cielo abierto, generando impactos ambientales negativos. Este último genera 0.65 Ton/día correspondientes al 74.72% del total generado en la zona.

¿Qué ha hecho la CRC?

Frente a este panorama poco alentador de cara a la crisis de agua dulce que vive el mundo, la Corporación Ambiental del Cauca continúa implementando proyectos como “Repoblación Forestal de Ecosistemas Estratégicos”, el cual en el año 2013 tuvo una inversión de más de $1.162 millones, que se destinaron a la restauración ecológica de 1.860 hectáreas donde se sembraron árboles de bosque protector con guadua, cerca viva, aislamientos, corredores bilógicos y sistemas sirvopastoriles.

Según el ingeniero agrónomo de la CRC, César Polindara Rengifo, de esas hectáreas intervenidas, hasta el momento se ha logrado hacer manteamiento a 732. Mientras tanto, la corporación ambiental proyectó para este año la intervención en 2.064 hectáreas, no obstante, como lo explica el ingeniero Polindara, el fenómeno del niño les ha impedido avanzar en la siembra de los árboles (que requieren agua) por lo que hasta el momento alcanzaron las 1.476 hectáreas intervenidas. Este año, la CRC en dichos proyectos ha invertido más de $1.522 millones.

Pero eso no es todo, si bien hay una afectación considerable en los ecosistemas de las zonas hidrográficas, varios municipios siguen siendo negligentes en la responsabilidad de la conservación de los recursos naturales, pues según la autoridad ambiental, de los 42 municipios, 33 tienen sus aguas concesionadas por la CRC, mientras que 9 están pendientes, y peor aún, 18 de los 42 municipios no cuentan con sus programas de uso eficiente del agua, una medida apremiante, de cara al fenómeno del Niño, pero también, conscientes de que el calentamiento global también tocó el patio de sus casas.

Tomado de: http://www.elpueblo.com.co/elnuevoliberal/la-sed-de-los-pueblos-del-cauca

Foto: Panorámica del Valle del Patía, donde confluyen dos subcuencas del río Patía: El Guachicono y El San Jorge. Una tierra que a pesar de estar bañada por las aguas del Macizo Colombiano, en tiempos de sequía padece los estragos de la escases del líquido. / Reportero gráfico: Andrés Hurtado.

Nota Editorial: Se retoma este artículo publicado el año 2014, por su actualidad y recurrencia de los fenómenos climáticos.

Un comentario en «Los pueblos caucanos que tienen sed»

  1. A pesar de ser la estrella fluvial de Colombia, con inmensa tristeza veo a mi departamento sumido en un ambiente desértico, no solamente por la escaeces del líquido vital para la vida, sino para el piloto regional que consolide un verdadero proceso de paz, donde reine la prosperidad de los caucanos sin menoscabar la justicia como pilar y principio rector de la Democracia.

    Un departamento que históricamente ha vivido en conflicto, conlleva un deterioro a los recursos naturales y el medio ambiente. Una región que desconoce los principios del Ordenamiento Territorial, esta condenada al fracaso y por ende a la pobreza de sus habitantes.

    Aunado a lo anterior, la degradación del conflicto a contribuido al desastre ecológico del macizo Colombiano; la minerìa, los narco cultivos y la deforestaciòn, etc; son las patologías catastròficas de la «pacha mama», las cuales carecen de diagnostico institucional y políticas departamentales que permitan implementar estrategias integrales encaminadas a la reconstrucción del entorno natural; no sin antes imprimir una dosis de concientizaciòn y sencibilizaciòn de masas, que permitan formar ciudadanos éticos y responsables con su entorno.

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